miércoles, 29 de octubre de 2008

El fundíbulo(3): El trabajo de un artesano

Como muchos sabéis ya, en Irmandiños 2008 la organización nos encargó 5 fundíbulos, para usarlos en el evento. Estos fundíbulos iban a seguir las directrices tomadas del prototipo al que he dedicado las 2 entradas anteriores sobre esta máquina de asedio, pero había que hacerle unas mejoras sustanciales, sobre todo en el plano estético y visual, que al fin y al cabo es muy importante. El trabajo fue arduo, y durante 20 días le dimos a todo trapo, para poder tener acabados los fundíbulos.



Lo primero, hacer acopio de valor, y hacer un lista de todo lo que nos va a hacer falta. Tras 2 semanas de trabajo te das cuenta de que la lista no sirve para nada, que hay cosas que al final no usarás y faltan un montón de cosas imprescindibles por comprar. De todas maneras, se recalcularon las medidas, para adaptarlas a los estándares de madera (y no lo que tiene Leroy Merlin) y se contabilizó todos los maderos y de que medidas hacían falta para encargarlas, y que ya viniese todo cepillado y cortado.





Lo que pasa es que Agosto es un mes muy tonto, y tardaron 15 días en tener la madera lista y cortada. Pero se equivocaron con el MDF/DM, y en vez de 16 mm lo cortaron de 10, por lo que hubo que esperar una semana mas a que todo estuviese listo. También se compraron decenas de varas roscadas de acero zincado de distintos tamaños, escuadras metálicas para refuerzos, centenares de tornillos, tuercas, tirafondos y arandelas, y como no unos pocos metros de tubo de acero. Parecíamos tenerlo todo, pero que ilusos eramos al pensar tal cosa. En posteriores visitas a tiendas, acabamos de comprar (a lo largo de 2 semanas) el resto de las cosas que no venían en la lista (decenas de metros de cuerda, guardacabos, cuero, lasúr, arandelas de gancho/PVC, discos para la radial, escuadras de carpintero, brocas, accesorios para la dremel...). Y por otra parte errores de entendimiento y otro de fábrica provocaron la necesidad de improvisar material así como de comprar algún que otro madero mas para suplir otros rotos.






En cuanto a la estructura base, no cambiamos nada, pero reestructuramos la caja (simplificándola) y replanteamos los agujeros por lo que pasan las varas roscadas, metiendo casquillos de acero para evitar, tras usos repetidos, que la varilla se encastre en la madera, y no haya dios de quitarla. De la misma manera, mejoramos definitivamente el sistema de tracción del brazo con soldadura el frío (algo que el final no funcionaría tan bien como se esperaba), la hubiésemos hecho en caliente (o sea de verdad) y hubiese funcionado mucho mejor, pero ninguno de nuestros operarios sabe soldar ni tiene equipo para ello.





Nos propusimos proteger la madera de la intemperie, sobre todo sabiendo que Galicia es muy dada a la lluvia (aunque al final hizo un calor de espanto), y que la humedad es endemoniada. Así que tras muchos rompederos de cabeza entre que si barniz, aceites varios, nogalina... nos decantamos por un lasúr, que además de proteger puede darle color a la madera. En nuestro caso color Wenge. Otra mejora fue la incorporación de refuerzos en las junturas de diversos elementos mediante la utilización de escuadras metálicas, que además aportaron un toque distintivo visualmente.




El proceso de realización y montaje del fundíbulo, sigue realmente los pasos del prototipo, pero intentamos hacerlo un poquito mas industrializado. En vez de trabajosos métodos de corte con sierra japonesa e ingletes a ojo, utilizamos una ingletadora eléctrica, así como taladro de banco o atornilladora eléctrica. También se extendió el uso de lijadora orbital, radial...




La honda en cambio, sufrió un retroceso evolutivo. Abandonamos la idea del cordel de spectra,

Anécdota
En el prototipo, cuando fuimos a por cuerda para la honda a una tienda especializada, cogimos el que por grosor, mas se adecuaba a nuestra situación. Fue decirle "si de este" para que nos contestase "Ufff... ¿para que lo queréis? Mirad que es cuerda de espectra, como tengáis que cortarlo os cagáis. Yo os lo pongo, que a mi me da igual" para acto seguido coger el tio la cuerda, unas tijeras normales y cortarlo sin problemas.

y nos fuimos al de nylon de toda la vida. Por otra parte la honda, propiamente dicha, paso a ser de una sola pieza de cuero, en vez de varias remachadas. Lo que a la vez que simplificaba nuestro trabajo, nos daba un mejor resultado final en el tiro.




Cuando se acabo el primer fundíbulo (con el consecuente júbilo de los trabajadores) se pasó a la prueba de este en la terrazita de mi casa, con unos globos de agua (mucho mas aerodinámicos que las pelotas de gomaespuma), y en el último tiro (el cual no muestro como de costumbre, porque se quedo sin batería la cámara) conseguimos un tiro perfecto que impactó en la antena de televisión del edificio de enfrente (que tiene 5 pisos).


Su uso en Irmandiños, fue quizá mas escueto, y no se les saco el partido que podrían haber tenido, pero aun así consiguieron matar a unas cuantas personas. El sistema de utilización de las mismas es realmente sencillo, y siguiendo unas pautas de seguridad no hay peligro ninguno. Claro que al final, no se siguieron...
  1. Para manejarla 4 personas (ni mas ni menos).

  2. Se baja el brazo, bajándolo por el brazo, nunca tirando de la honda ni la cuerda.

  3. Distancia de seguridad delante y detrás de 3-5 metros.

  4. El que usa el disparador, debe estar a un lado, y apartarse por precaución.

  5. El fundíbulo, para evitar males mayores, debe estar totalmente estable.

  6. Y por supuesto, no meterse dentro, ni la cabeza ni una mano ni nada.

¿Y que pasó?

  • Que un organizador (para mas inri) casi pierde la cabeza, por pasar justo por detrás en medio de un disparo.

  • Que deberíamos haber matizado un poco mas que dejar la mitad de la catapulta en el aire significa que no queda estable.

  • Que deberíamos haber explicado si disparas debajo de un árbol con ramaje, lo mas probable que la honda se enrede en un árbol.

  • Insitido un poco mas en que aunque los mendigos tengan lepra, no se pueden lanzar. Por el bien del mendigo y del fundíbulo (Esto quedó en una mera petición anecdótica).
Vivir para ver.

Por lo demás, todo fue bien, fueron un gran atractivo, además de una buena experiencia. Tened por seguro que en mi currículum vitae a partir de ahora pondrá: Amplia experiencia en la construcción de fundíbulos.

Por cierto, tras unas ultimas indagaciones, y ver un folleto de información sobre equipajes de mano en un avión en el programa "El hormiguero", he confirmado que no se pueden llevar catapultas como equipaje de mano.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Tutorial: Arco largo de PVC

Vamos a realizar un de decorado, principalmente para su uso en roles en vivo, intentado conseguir un acabado que recuerde a un .

¿Y cómo es un arco largo inglés?

Es una pregunta que entraña su dificultad. No se conserva ninguno, pero recreaciones y estimaciones lo describen como un arco de madera de tejo de una sola pieza (lo que quiere decir que no es compuesto), de unos 2 metros de altura y con una tensión estimada de entre 170 y 180 libras (unos 85 kg). Se tardaba bastante en hacer 1 arco de estas características, en un proceso totalmente artesano, y se requería un gran entrenamiento para poder usarlo. Tenía un alcance máximo de unos 350 metros.

Arco largo inglés

Evidentemente no vamos a llegar (ni tan siquiera acercarnos) a esas prestaciones, entre otras cosas porque no seríamos capaces de usarlo. Tened en cuenta que el (el usado en las disciplinas de arco) solo tiene 40 libras de potencia (130 libras menos que el arco largo inglés) y es difícil encontrar arcos comerciales por encima de 100 libras dado su complejo uso. Dicho esto, pongámonos manos a la obra.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Armadura 2.0: El arte de la imitación

Como comenté en la entrada anterior, tras los Irmandiños (evento del que realizaré una entrada en cuanto disponga de suficientes fotos y videos), voy a entrar un poco mas en detalle y con calma el las piezas individuales que componen mi armadura, en los métodos alternativos que empleé para que algunos colegas llevasen puntos de armadura, y que tal resultaron en batalla.

Las hombreras laterales, surgieron su buen camino como estaba previsto, hasta que ese camino se llenó de zarzas y dejé de ver por donde discurría. Bueno, entrando en detalle, simetricé (esta palabra no se si existe) ambas hombreras para que quedasen iguales. Y fueron bastante bien, pero cuando remache la primera me di cuenta de que los remaches de la placa superior me quedaron muy pegados a la placa inferior, articulando mas bien poco (algo que corregí rápidamente en la otra hombrera). Curiosamente, se hace valer la frase "Aprender de tus errores, para cometerlos yo" y bien es verdad que Axil, habiéndolo cometido el, me advirtió de dicho problema, y yo viéndolo claro rectifique los agujeros (pero no lo suficiente xD).


De todas maneras me quedaron muy bien, y la movilidad fue estupenda. Los tuve puesto todo el tiempo, incluido mi experiencia de arquero. Los daños sufridos en esta pieza fueron bastantes, la mayor parte del esfuerzo de tracción y compresión hizo que una de las hombreras tenga una grieta de unos 6 cm, pero fácilmente subsanable. El sistema de sujeción, con una sola correa rodeando el bíceps y un cordelito enganchado a la cota, es muy simple, y muy funcional, así que en mis futuras experiencias en este campo, seguiré utilizando este sistema.

Este modelo de hombrera, sirvió de referencia para unas "cutre" hombreras echas de retales de cuero en 5 minutos para un colega que llegó a mi casa sin puntos de armadura y se fue con el máximo. Aprovechamos unos retalitos de cuero negro, que sobró de las hondas de los fundíbulos, y con unos pocos remaches las hombreras quedaron acabadas.

Las hombreras superiores, eran más estéticas que útiles, y junto con el peto, no las usé mas que para formar una vez y sacar la foto. Tuve que ponerle un chachito de gomaeva a modo de parche acolchado para que el roce no me hiciese daño (a la larga) en el cuello.

Pasaremos ahora a los brazales, que siendo rigurosos, e imitando a los brazales reales y metálicos, deberían haber sido de doble pieza articulada con bisagra. Pero no había mucho tiempo, así que simplifiqué de manera rápida, y me cargué la parte que debería cubrir el dorso del brazo.

Me quedó bien en un principio, he incluso cómodo. Pero como todo, hay que llevarlo 4 horas encima para ver si realmente es cómodo, y... no lo fueron. El hecho de que el brazo se aun embudo, hace que con el tiempo el brazal tienda a bajar hacia la muñeca, aprietes lo que aprietes las correas. Además, un remache un pelín sobresaliente acabó haciéndome daño en la muñeca, por lo que tuve que improvisar un acolchado. Es una pieza que tengo que mejorar con tiempo, y hacer un diseño más cómodo.

Cabe mencionar, un diseño en símil cuero endurecido, que me saqué de la manga, usando cartón duro de base y forrado de polipiel. El efecto es tan bueno,
que los pones un símil al lado de un real y no se nota absolutamente nada la diferencia. De la misma manera se pudo ver este método en unas musleras.

Los guanteletes, se intentaron, pero la falta de tiempo echó por tierra su realización. La idea era hacer unos guanteletes del tipo reloj de arena en su modelo manopla. La verdad es que encontré unos por ahí con fotos desde diversos ángulos y me gustaron. Los guantes que iban a servir de base, los traté igualmente, que siempre protegen algo de los golpes malintencionados de los enemigos (amén de salvaguardar tus dedos después de 40 tiros con el arco). Surgió, entre otros un imprevisto no calculado, y es que para que den los puntos de armadura, debes llevar los pares (véase 2 brazales, 2 hombreras, 2 guanteletes…) por lo que llevar semejante mamotreto en el escudo era un poco ilógico y además incomodo, por lo que se descartaron definitivamente para proyectos futuros.

Teñir los guantes fue una odisea, el proceso lo tuve claro, pero el serraje chupa tinte a casco porrillo, y las junturas y costuras nunca consigues teñirlas del todo, pero al final quedaron bastante bien. De nuevo, a pesar de las múltiples advertencias de gente con más experiencia que yo en este campo… no usé guantes de látex, por lo que tuve las manos pintadas de tinte unos días (de tinte, de cola de contacto, de barniz, de pintura, de aluminio…).

El peto, a pesar de no tener utilidad comprobada, molestar, comprimir mi pecho y no ser demasiado estético, hay que reconocer que fue una obra de arte. Y no el peto en sí, sino la pieza de cuero remachada en el. Un repujado en cuero de 2 grifos rampantes enfrentados, con colores invertidos.

La verdad es que fue mi primer “repujado”, aunque solo fuese mediante el hundimiento de la parte exterior del cuero, ya que la vaqueta es más bien reticente a repujarse de otra manera. Como buen artesano, no tenía ni idea de lo que era un buril (ahora ya tengo unos pocos), así que improvisé, de pala use un viejo destornillador plano y de bola, un remache ciego de aluminio (si se que suena cutre, pero los resultados fueron excelentes).

Una vez acabado, le pillé el gustillo, y me compré unos buriles. Y ya hice un par de colgantes para unos amigos.

Y para acabar, comentaré un poco las piezas de las piernas. Para cubrir la abertura lateral de la cota de malla (hecha expresamente para infantería), opte por un faldón de 3 placas remachadas en articulación flotante (igualito que las hombreras) y aproveché las tres tiras del remachado para hacer un “ojal” y engancharlas al cinturón. Fueron muy cómodas (excepto para tumbarme a descansar), no las noté en batalla, lo que significa que articularon bien. Quizá uno de mis mayores logros.

Las musleras también tuvieron su aquel. La pierna es otra de esas partes del cuerpo que hace embudo, y todo lo que te enganches allí, cae hacia abajo irremediablemente (maldita gravedad xD). Así que además de la sujeción por correas a la pierna, hice otra a un cinturón que va por debajo de la cota. No fueron exactamente cómodas, pero me permitían correr a buen ritmo sin molestar demasiado, y cumplieron su función protectora.

La cota de malla, no sufrió apenas daños, aun no la he repasado a conciencia, pero ceo que solo perdí una anilla.

Tras acabar la experiencia de la armadura 2.0, solo me queda comentar mis conclusiones. Pienso que he llegado al máximo exponente que me puede permitir el cartón sin recurrir a materiales plásticos, por lo que mi siguiente paso en el armadureo va encaminado sin duda hacía el cuero y el metal (sin prisa pero sin pausa). También he encontrado mi vocación, y me voy a centrar exclusivamente en la arquería (y todo lo que ella conlleva) además de la clásica espada corta.