¡¡¡HEY POLLOS!!! Traigo, por fin, nuevo material al blog y, como adelantaba hace meses por Facebook y Twitter, lo hago con un brazalete celta hecho a base de cartón y pasta de sal. Para aquellos que no me siguen por las redes sociales, el motivo de mi larga ausencia ha sido mi reciente paternidad (una maravillosa niña llamada Zoey) que nos ha tenido muy ocupados.
Centrándonos un poco más en el tutorial, esta pieza se me ocurrió ya un año, tras acabar un rollo de cinta de regalo y ver que esta venía enrollada sobre un circulo de cartón duro. Por inspiración divina me la puse en el brazo y era del tamaño exacto para mi bíceps y así, de la nada, surgió este brazalete.
Para darle un poco más de vida al brazalete, quise hacerle una decoración simple pero resultona, y buscando un poco por internet me llamaron la atención algunos brazaletes de corte céltico y me pareció un buen motivo en los que inspirarme.